×

Cirugía de Trasplante de Nervios

31

El daño nervioso grave puede causar pérdida de movimiento y sensación. El trasplante nervioso restaura la función al reemplazar los nervios dañados con otros sanos, ayudando a los pacientes a recuperar la movilidad, la sensibilidad y la calidad de vida.

¿Qué es un trasplante nervioso?

El trasplante nervioso es un procedimiento quirúrgico que restablece la función nerviosa al reemplazar los nervios dañados o no funcionales con nervios donantes sanos. Esta técnica ayuda a los pacientes que han perdido la función nerviosa debido a una lesión, enfermedad o complicaciones quirúrgicas.

Los cirujanos utilizan nervios donantes del propio cuerpo del paciente (autoinjertos) o de un donante humano (alogrefts). El nervio trasplantado ayuda a reconectar el sistema nervioso, permitiendo que las señales viajen entre el cerebro, la médula espinal y las áreas afectadas. Este procedimiento puede mejorar el movimiento, la sensibilidad y la calidad de vida en general.

¿Qué es una injerto nervioso?

Un injerto nervioso es una técnica quirúrgica utilizada para reparar nervios dañados, superando las brechas con un segmento de un nervio sano. Ayuda a restaurar la función nerviosa cuando la reconexión directa no es posible.

Los cirujanos extraen el injerto del propio cuerpo del paciente (autoinjerto) o utilizan un nervio donante (alogreft). El injerto actúa como guía para el crecimiento de nuevas fibras nerviosas, restaurando gradualmente la sensibilidad y el movimiento. Esta técnica se utiliza comúnmente en lesiones nerviosas, cirugías reconstructivas y en casos donde los nervios están gravemente dañados o han sido removidos.

Diferentes tipos de injertos nerviosos

Existen tres tipos principales de injertos nerviosos utilizados en cirugía:

●       Autoinjertos – Se extrae tejido nervioso del propio cuerpo del paciente, generalmente de nervios sensoriales menos críticos como el nervio sural. Tiene la mejor tasa de éxito ya que evita el rechazo inmunológico.

●       Alogrefts – El tejido nervioso proviene de un donante humano. El nervio donante se procesa para eliminar células que puedan desencadenar un rechazo inmunológico. Esta opción elimina la necesidad de un segundo sitio quirúrgico.

●       Conductos nerviosos sintéticos – Tubos o andamios artificiales guían la regeneración nerviosa. Se utilizan para brechas pequeñas y pueden reducir la necesidad de extraer nervios.

Cada tipo tiene sus ventajas según el estado del paciente y la gravedad del daño nervioso.

¿Cuál es la diferencia entre un trasplante nervioso y un injerto nervioso?

Un injerto nervioso y un trasplante nervioso son técnicas quirúrgicas utilizadas para restaurar la función nerviosa, pero tienen propósitos diferentes.

●       Injerto nervioso: Se utiliza un segmento de un nervio sano para cerrar la brecha entre dos extremos de un nervio dañado. Esto permite que nuevas fibras nerviosas crezcan a través del injerto y restauren la función con el tiempo. Es útil cuando el nervio lesionado no puede repararse directamente.

●       Trasplante nervioso: Se redirige un nervio funcional, menos crítico, para reemplazar uno gravemente dañado o no funcional. Esta técnica permite una recuperación más rápida ya que el nervio transferido ya está conectado a una fuente activa. Se utiliza comúnmente cuando el nervio original está demasiado dañado para que un injerto funcione.

Ambas técnicas ayudan a restaurar el movimiento y la sensación, pero la elección depende del tipo y la extensión del daño nervioso.

¿Qué es la cirugía de nervios periféricos?

La cirugía de nervios periféricos es un procedimiento para reparar, reconstruir o reemplazar nervios dañados fuera del cerebro y la médula espinal. Ayuda a restaurar el movimiento, la sensación o la función que se ha perdido debido a una lesión, compresión o enfermedad.

Los cirujanos emplean diferentes técnicas según la condición:

●       Reparación nerviosa – Sutura directa de un nervio seccionado si sus extremos pueden reconectarse.

●       Injerto nervioso – Cierre de la brecha con un segmento de un nervio sano.

●       Trasplante nervioso – Redirigir un nervio funcional para que asuma una función perdida.

●       Cirugía de descompresión – Aliviar la presión sobre un nervio comprimido, como en el síndrome del túnel carpiano.

Esta cirugía se utiliza para tratar lesiones nerviosas, tumores, neuropatías y otras afecciones que afectan a los nervios periféricos.

¿Quién puede beneficiarse de la cirugía de trasplante nervioso?

La cirugía de trasplante nervioso beneficia a los pacientes con daños nerviosos severos que no pueden curarse por sí solos. Ayuda a restaurar la función, la sensación y la movilidad en las áreas afectadas. Entre los candidatos se incluyen:

●       Pacientes con traumatismos – Aquellos con lesiones nerviosas causadas por accidentes, cortes o aplastamientos.

●       Pacientes con lesiones quirúrgicas – Personas que han perdido la función nerviosa debido a cirugías previas, como la extirpación de tumores.

●       Pacientes con neuropatía periférica – Aquellos con daño nervioso por condiciones como la diabetes o enfermedades autoinmunes.

●       Condiciones congénitas – Pacientes con defectos de nacimiento que afectan la función nerviosa.

●       Víctimas de quemaduras – Personas con pérdida nerviosa debido a quemaduras severas.

Esta cirugía puede mejorar la calidad de vida al restaurar la función nerviosa en las áreas afectadas.

¿Cómo se realiza la cirugía de trasplante nervioso?

La cirugía de trasplante nervioso es un procedimiento complejo que consta de varias etapas para restaurar la función nerviosa. El objetivo es reemplazar los nervios dañados por nervios donantes sanos, permitiendo que los impulsos nerviosos se transmitan correctamente. La intervención se realiza bajo anestesia general y sigue los siguientes pasos clave:

1. Evaluación preoperatoria

●       El cirujano evalúa la extensión del daño nervioso mediante exámenes físicos, estudios de conducción nerviosa y pruebas de imagen como la resonancia magnética o ultrasonido.

●       Se determina el mejor enfoque terapéutico, ya sea utilizando un autoinjerto (nervio propio del paciente) o un aloinjerto (nervio donante).

2. Extracción del nervio donante

●       Si se utiliza un autoinjerto, se extrae un nervio sensorial sano (por ejemplo, el nervio sural de la pierna).

●       Si se opta por un aloinjerto, se prepara un nervio donante humano procesado para minimizar la respuesta inmune.

3. Preparación del sitio receptor

●       Se expone el nervio dañado mediante una incisión.

●       El cirujano elimina el tejido cicatricial o los segmentos nerviosos dañados que impiden una adecuada curación.

4. Trasplante del nervio donante

●       El nervio donante se coloca en el espacio entre los dos extremos del nervio dañado.

●       Se fijan el injerto con micro-suturas o pegamento de fibrina.

●       Un microscopio quirúrgico asegura un alineamiento preciso para favorecer la regeneración nerviosa.

5. Cierre de la incisión

●       El sitio quirúrgico se cierra cuidadosamente para minimizar la tensión sobre el injerto.

●       Si es necesario, se utiliza un recubrimiento protector (como un conducto nervioso) para guiar la regeneración.

6. Recuperación postoperatoria

●       Los pacientes pueden necesitar fisioterapia para fomentar el crecimiento de nuevos nervios y la función muscular.

●       La regeneración nerviosa ocurre de forma gradual, a menudo llevándose meses o años para una recuperación completa.

Este procedimiento ayuda a restaurar el movimiento, la sensación y la función nerviosa en general en las áreas afectadas.

Consideraciones clave en la reparación de nervios periféricos

La reparación exitosa de los nervios periféricos depende de varios factores que influyen en la curación y la recuperación funcional. Los cirujanos deben evaluar cuidadosamente estos aspectos antes y durante la cirugía:

Tipo y extensión de la lesión nerviosa

●       Las lesiones precisas (como las laceraciones cortantes) sanan mejor con una reparación directa.

●       Las lesiones por aplastamiento o estiramiento pueden requerir injertos o trasplantes nerviosos.

●       Las brechas largas entre los extremos nerviosos requieren un injerto para cerrar la distancia.

Momento de la cirugía

●       La intervención temprana (dentro de unas semanas) mejora los resultados al prevenir la atrofia muscular y la formación de cicatrices.

●       Las reparaciones tardías pueden requerir injertos o trasplantes nerviosos debido a la degeneración del nervio y de los músculos objetivo.

Elección de la técnica de reparación

●       Reparación nerviosa directa: Ideal para brechas pequeñas donde los extremos nerviosos pueden volver a unirse sin tensión.

●       Injertos nerviosos: Necesarios para brechas mayores para guiar la regeneración nerviosa.

●       Trasplantes nerviosos: Se utilizan cuando el nervio original no puede repararse, transfiriendo la función de un nervio activo.

Reparación sin tensión

●       La tensión excesiva en el sitio de reparación puede afectar la curación.

●       Los injertos o conductos ayudan a cerrar las brechas manteniendo una conexión relajada.

Precisión microquirúrgica

●       El uso de un microscopio quirúrgico asegura un alineamiento preciso de las fibras nerviosas.

●       Técnicas de sutura adecuadas previenen la inflamación y la formación de cicatrices.

Rehabilitación postoperatoria

●       La fisioterapia ayuda a recuperar la fuerza muscular y el movimiento.

●       Estudios regulares de conducción nerviosa permiten seguir el progreso de la regeneración.

Tener en cuenta estos factores ayuda a optimizar la curación nerviosa y la recuperación funcional.

Innovaciones en tecnología de conductos nerviosos

Los conductos nerviosos son tubos artificiales o biológicos que guían la regeneración nerviosa en casos donde la reparación directa no es posible. Los avances recientes han mejorado su eficacia, reduciendo la necesidad de injertos nerviosos y favoreciendo la recuperación.

Conductos nerviosos biodegradables

●       Fabricados con materiales como colágeno, ácido poliglicólico (PGA) o ácido poliláctico (PLA).

●       Estos conductos se degradan con el tiempo, eliminando la necesidad de una cirugía para retirarlos.

●       Proporcionan soporte estructural mientras permiten la regeneración nerviosa natural.

Conductos enriquecidos con factores de crecimiento

●       Algunos conductos están recubiertos con factores de crecimiento nervioso (NGF) para estimular la curación.

●       Aceleran la regeneración de los axones y mejoran la recuperación funcional.

Andamios nerviosos impresos en 3D

●       La impresión 3D avanzada permite fabricar conductos a medida, adaptados a la lesión nerviosa del paciente.

●       Estos andamios pueden imitar la estructura del tejido nervioso natural para una mejor regeneración.

Conductos integrados con estimulación eléctrica

●       Algunos diseños experimentales incluyen estimulación eléctrica para potenciar el crecimiento nervioso.

●       Los impulsos eléctricos promueven un crecimiento más rápido y organizado de las fibras nerviosas.

Conductos híbridos con células madre

●       Algunos conductos incorporan células madre para potenciar la regeneración.

●       Las células madre pueden diferenciarse en células de apoyo, mejorando la curación nerviosa.

Estas innovaciones están mejorando los resultados de la reparación nerviosa, ofreciendo opciones de tratamiento menos invasivas y más efectivas para las lesiones nerviosas.

¿Cómo elige un cirujano qué nervio transferir?

Los cirujanos seleccionan un nervio para transferir basándose en varios factores clave para maximizar la función y minimizar las complicaciones. El objetivo es restaurar el movimiento o la sensación sin causar una pérdida significativa en el área donante.

Importancia funcional del nervio donante

●       El nervio donante debe controlar una función menos crítica o tener redundancia.

●       Los nervios motores se utilizan para restaurar el movimiento, mientras que los nervios sensoriales restablecen la sensibilidad.

Proximidad al músculo objetivo o a la zona sensorial

●       Cuanto más cerca esté el nervio donante de la zona afectada, más rápida y mejor será la recuperación.

●       Las distancias más cortas permiten una regeneración nerviosa más rápida.

Fuerza y capacidad del nervio donante

●       El nervio donante debe tener suficientes axones para apoyar la función del nervio dañado.

●       Un nervio fuerte puede adaptarse mejor a su nueva función.

Momento y urgencia de la reparación

●       Si el nervio dañado ha estado inactivo demasiado tiempo, el músculo objetivo puede atrofiarse.

●       En tales casos, se prefiere un nervio con mayor potencial de recrescimiento.

Minimización de la pérdida funcional

●       Los cirujanos eligen nervios cuyo traslado no provoque una discapacidad importante.

●       Por ejemplo, se suele evitar el nervio cubital (que controla los movimientos finos de la mano).

Los nervios donantes comunes incluyen:

●       Nervio accesorio espinal para la función del hombro.

●       Nervios intercostales para los movimientos relacionados con la respiración.

●       Ramas del nervio mediano o cubital para el movimiento de la mano y los dedos.

Al seleccionar cuidadosamente el nervio adecuado, los cirujanos mejoran las posibilidades de restaurar la función con efectos secundarios mínimos.

Tasa de éxito de la trasplantación nerviosa

El éxito de la trasplantación nerviosa depende de la gravedad de la lesión nerviosa, la técnica quirúrgica utilizada y la experiencia del equipo quirúrgico. El procedimiento tiene como objetivo restaurar el movimiento, la sensación y reducir el dolor.

Los pacientes con lesiones graves, como daños en el plexo braquial, han mostrado mejoras significativas, con tasas de éxito que oscilan entre el 80% y el 90% tras una cirugía de transferencia nerviosa.

Factores como la intervención temprana, la rehabilitación postquirúrgica adecuada y la salud general del paciente también influyen en el resultado. Aunque la recuperación completa puede llevar meses o años, muchos pacientes recuperan el uso funcional de la zona afectada, mejorando su calidad de vida.

¿Dónde se utiliza la cirugía de transferencia nerviosa?

Los cirujanos realizan transferencias nerviosas en diversas partes del cuerpo para restaurar el movimiento y la sensibilidad. Las áreas comunes incluyen:

●       Hombro y brazo – Para restaurar la función en lesiones del plexo braquial, daños en el manguito rotador o tras un derrame cerebral.

●       Mano y dedos – Utilizados para traumas severos de la mano, compresión nerviosa o pérdida de fuerza de agarre.

●       Pierna y pie – Ayuda a pacientes con caída del pie, lesiones del nervio ciático o parálisis debido a daño nervioso.

●       Nervios faciales – Trata la parálisis facial por parálisis de Bell, tumores o traumatismos.

Afecciones tratadas con trasplante nervioso

El trasplante nervioso puede ayudar a pacientes con diversas lesiones y afecciones, entre ellas:

●       Lesiones nerviosas traumáticas – Por accidentes, cortes o lesiones por aplastamiento que causan pérdida nerviosa.

●       Lesiones del plexo braquial – Daño nervioso severo en el hombro y el brazo, a menudo por traumatismos de alto impacto.

●       Daño nervioso postquirúrgico – Tras la extirpación de tumores, amputaciones de extremidades u otros procedimientos que afectan la función nerviosa.

●       Neuropatía periférica – En casos severos en que los nervios están dañados por la diabetes o enfermedades autoinmunes.

●       Defectos nerviosos congénitos – Para individuos nacidos con anomalías nerviosas que afectan el movimiento o la sensibilidad.

Estos procedimientos mejoran la movilidad, reducen el dolor y ayudan a los pacientes a recuperar la función perdida en las áreas afectadas.

Recuperación tras la cirugía de trasplante nervioso

La recuperación tras la cirugía de trasplante nervioso es un proceso gradual que depende del tipo de lesión nerviosa, la técnica quirúrgica utilizada y la salud general del paciente. La regeneración completa de los nervios puede llevar meses o incluso años, ya que los nervios crecen a una velocidad de aproximadamente 1 milímetro por día.

Estancia hospitalaria y cuidados postoperatorios inmediatos

●       La mayoría de los pacientes permanecen en el hospital por un corto período, dependiendo de la complejidad del procedimiento.

●       El manejo del dolor incluye medicamentos para controlar las molestias y prevenir la inflamación.

●       La zona quirúrgica se protege con vendajes o una férula para evitar movimientos excesivos.

Regeneración nerviosa y recuperación funcional

●       La regeneración nerviosa es un proceso lento y las mejoras iniciales pueden no ser notorias durante semanas o meses.

●       Los pacientes pueden experimentar hormigueo, entumecimiento o debilidad a medida que las fibras nerviosas crecen y se reconectan con los músculos y la piel.

●       Los seguimientos regulares con estudios de conducción nerviosa o electromiografía (EMG) ayudan a monitorizar el progreso.

Fisioterapia y rehabilitación

●       La fisioterapia es crucial para prevenir la rigidez muscular y mantener la movilidad.

●       Los terapeutas utilizan ejercicios de estiramiento, fortalecimiento y estimulación eléctrica para apoyar la recuperación nerviosa.

●       La terapia ocupacional ayuda a los pacientes a recuperar habilidades motoras finas, especialmente en reparaciones nerviosas de la mano o la cara.

Mejora de la función sensorial y motora

●       La sensibilidad y el control muscular regresan gradualmente a medida que el nervio se regenera.

●       Los pacientes pueden necesitar meses de terapia para readiestrar los músculos y adaptarse a los cambios en la función nerviosa.

●       Algunos pacientes recuperan la función completa, mientras que otros pueden experimentar una mejora parcial según la gravedad del daño nervioso.

Resultados a largo plazo y expectativas

●       La recuperación varía según la ubicación del trasplante, la longitud del injerto nervioso y la capacidad de curación del paciente.

●       Los pacientes jóvenes y aquellos que siguen programas de rehabilitación tienden a recuperarse más rápido.

●       La recuperación completa puede llevar entre 1 y 2 años, con mejoras continuas a lo largo del tiempo.

Una recuperación exitosa requiere paciencia, rehabilitación y seguimiento médico constante para optimizar la función nerviosa.

Riesgos de la cirugía de trasplante nervioso

La trasplantación nerviosa es generalmente segura, pero como toda cirugía, conlleva ciertos riesgos. La probabilidad de complicaciones depende de la salud del paciente, la complejidad del procedimiento y la experiencia del cirujano.

●       Infección – Un adecuado cuidado de la herida y el uso de antibióticos ayudan a reducir este riesgo.

●       Sangrado y hematoma – Un sangrado excesivo o la formación de coágulos pueden causar dolor y retrasar la curación.

●       Fallo en la regeneración nerviosa – El nervio puede no sanar adecuadamente, lo que lleva a una recuperación parcial o nula.

●       Pérdida de sensación o debilidad – Algunos pacientes pueden experimentar entumecimiento o debilidad muscular.

●       Dolor y formación de neuroma – Un crecimiento anormal del tejido nervioso puede causar dolor crónico o hipersensibilidad.

●       Rechazo inmunológico (para aloinjertos) – Los nervios donantes tienen un pequeño riesgo de ser rechazados por el sistema inmunológico.

●       Formación de tejido cicatricial – Un exceso de cicatrices puede comprimir el nervio reparado y limitar su función.

Una técnica quirúrgica adecuada y cuidados postoperatorios apropiados ayudan a minimizar estos riesgos y a mejorar la recuperación.

Autor Instagram Facebook LinkedIn

Assoc. Prof. Ahmet Hamdi Sakarya Instagram Facebook LinkedIn

El Prof. Asoc. Ahmet Hamdi Sakarya, un destacado cirujano plástico, reconstructivo y estético en Care in Turkey, se especializa en soluciones estéticas innovadoras.

Suscríbete a Nuestro Boletín

Suscríbete y recibe actualizaciones y noticias sobre Care in Turkey