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¿Qué es el síndrome de ojo seco? Causas, síntomas y tratamientos

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¿Sufres de ojos secos e irritados? Conoce qué causa el síndrome de ojo seco y descubre tratamientos comprobados para aliviar los síntomas, proteger tu visión y recuperar el confort ocular a largo plazo.

El síndrome de ojo seco es una afección común en la que los ojos no producen suficientes lágrimas o las lágrimas se evaporan demasiado rápido. Esto provoca irritación, visión borrosa y molestias.

Afecta a millones de personas en todo el mundo, especialmente a adultos mayores de 50 años y a quienes pasan muchas horas frente a pantallas. Si no se trata, el ojo seco puede afectar las actividades diarias e incluso dañar la superficie ocular.

En esta guía aprenderás qué causa el ojo seco, cómo reconocer los síntomas y cuáles son los tratamientos más efectivos para un alivio duradero y una mejor salud ocular.

¿Qué es el síndrome de ojo seco?

El síndrome de ojo seco es una condición en la que los ojos no producen suficientes lágrimas o en la que las lágrimas se evaporan demasiado rápido. Como resultado, la superficie ocular se vuelve seca, irritada e inflamada. También se conoce como enfermedad del ojo seco o queratoconjuntivitis seca.

Las lágrimas son esenciales para la salud ocular: mantienen lisa la superficie del ojo, eliminan partículas y protegen contra infecciones. Cuando la película lagrimal es inestable o insuficiente, aparecen sequedad, molestias y, en ocasiones, visión borrosa.

El síndrome puede afectar a uno o a ambos ojos. Va desde una sequedad leve y ocasional hasta una condición crónica que impacta significativamente la vida diaria. Aunque es más frecuente con la edad, especialmente en mujeres, puede afectar a cualquier persona en cualquier etapa de la vida.

Se trata de una afección a largo plazo. La mayoría de las personas la manejan bien con tratamiento adecuado y cuidado constante, pero el diagnóstico temprano es clave para prevenir complicaciones como daño corneal o cambios en la visión.

¿Cuáles son las causas del ojo seco?

El ojo seco ocurre cuando hay un problema con la película lagrimal, la fina capa que cubre y protege la superficie de los ojos. Esta película tiene tres componentes: aceite, agua y mucina. Si cualquiera de estas capas se altera, puede aumentar la evaporación de las lágrimas o disminuir su producción.

Las causas del ojo seco se dividen en dos categorías principales:

1. Disminución de la producción lagrimal (ojo seco acuodeficiente)

Tus ojos pueden no producir suficiente componente acuoso de las lágrimas. Esto puede deberse a:

  • Envejecimiento: la producción lagrimal disminuye de forma natural con la edad.

  • Cambios hormonales: especialmente durante la menopausia o el embarazo.

  • Determinados medicamentos: incluidos antihistamínicos, antidepresivos, fármacos para la presión arterial y diuréticos.

  • Enfermedades autoinmunes: como el síndrome de Sjögren, la artritis reumatoide o el lupus.

  • Daño nervioso: por cirugías oculares o uso de lentes de contacto que puede afectar el funcionamiento de las glándulas lagrimales.

2. Aumento de la evaporación de las lágrimas (ojo seco evaporativo)

Tus ojos pueden producir lágrimas suficientes, pero estas se evaporan demasiado rápido debido a:

  • Disfunción de las glándulas de Meibomio (MGD): cuando las glándulas sebáceas de los párpados están obstruidas o inflamadas.

  • Factores ambientales: viento, aire seco, aire acondicionado y uso de pantallas reducen la frecuencia del parpadeo y aumentan la evaporación.

  • Uso de lentes de contacto: puede desestabilizar la película lagrimal con el tiempo.

  • Alergias o infecciones oculares: pueden inflamar la superficie ocular y empeorar la sequedad.

Algunas personas presentan ojo seco mixto, en el que están afectadas tanto la producción como la evaporación. Identificar la causa raíz es esencial para elegir la estrategia terapéutica adecuada.

¿Pueden las cirugías oculares causar ojo seco?

Sí, las cirugías oculares pueden causar o empeorar el ojo seco. Es un efecto secundario común, especialmente después de procedimientos que afectan la córnea o alteran la película lagrimal.

Las cirugías más relacionadas con el ojo seco son:

  • LASIK y PRK: estas cirugías refractivas remodelan la córnea y pueden dañar los nervios corneales que desencadenan la producción lagrimal. Esto suele provocar síntomas temporales o, en algunos casos, persistentes de ojo seco.

  • Cirugía de cataratas: aunque las técnicas modernas reducen el riesgo, algunas personas desarrollan ojo seco debido a inflamación, cambios en la superficie ocular o al uso de medicamentos durante y después del procedimiento. Más información sobre ojo seco tras cirugía de cataratas.

  • Cirugías de párpados (blefaroplastia): los procedimientos alrededor de los párpados pueden afectar el cierre palpebral y la distribución de las lágrimas, favoreciendo la sequedad.

La mayoría de los síntomas de ojo seco postquirúrgico mejoran en unos meses. Sin embargo, quienes ya tienen ojo seco o disfunción de las glándulas de Meibomio tienen mayor riesgo de síntomas prolongados. La evaluación preoperatoria y el cuidado posoperatorio son esenciales para manejar este riesgo.

¿Cómo provocan sequedad ocular los factores ambientales y de estilo de vida?

Los factores ambientales y las rutinas de estilo de vida pueden afectar significativamente la estabilidad de la película lagrimal y producir síntomas de ojo seco. Estos desencadenantes externos aumentan la evaporación de las lágrimas o reducen el parpadeo, lo que hace que los ojos se sientan secos, irritados o fatigados.

Entre los factores más comunes se incluyen:

  • Aire seco: la exposición al viento, la calefacción, el aire acondicionado o la baja humedad extrae humedad de la superficie ocular.

  • Uso de pantallas: muchas horas frente al ordenador o al teléfono reducen la frecuencia del parpadeo, haciendo que las lágrimas se evaporen más rápido.

  • Irritantes en el aire: humo, polvo y contaminantes pueden inflamar la superficie ocular y desestabilizar la película lagrimal.

  • Lentes de contacto: su uso prolongado puede interferir con la película lagrimal, especialmente si no están bien adaptadas o higienizadas.

  • Falta de sueño: dormir poco puede reducir la calidad de las lágrimas y la reparación de la superficie ocular.

  • Deshidratación: no beber suficiente agua afecta la producción lagrimal y empeora la sequedad.

  • Higiene palpebral deficiente: malos hábitos de limpieza pueden obstruir las glándulas sebáceas, aumentando la evaporación.

Modificar estos factores (como usar humidificadores, hacer pausas de pantalla y proteger los ojos del viento) puede reducir los síntomas y apoyar el manejo a largo plazo del síndrome de ojo seco.

¿Qué causas menos comunes del ojo seco deberías conocer?

Aunque la mayoría de los casos se relacionan con la edad, la disfunción de las glándulas de Meibomio o factores ambientales, existen causas menos frecuentes que también pueden generar síntomas. Pueden pasarse por alto, pero son importantes para un diagnóstico preciso y un tratamiento eficaz.

Algunas causas menos típicas del ojo seco incluyen:

  • Enfermedades autoinmunes: además del síndrome de Sjögren, afecciones como el lupus, la artritis reumatoide y la esclerodermia pueden afectar las glándulas lagrimales.

  • Deficiencia de vitamina A: esta vitamina es esencial para mantener una superficie ocular sana. Una deficiencia severa, aunque rara en países desarrollados, puede causar sequedad y daño ocular.

  • Trastornos tiroideos: el hipertiroidismo o la enfermedad de Graves pueden alterar la posición o la función del párpado y aumentar la evaporación.

  • Enfermedad de Parkinson y otros trastornos neurológicos: pueden reducir la frecuencia del parpadeo o afectar las señales nerviosas necesarias para la producción de lágrimas.

  • Anomalías palpebrales: el ectropión (eversión) o el entropión (inversión) alteran la distribución y el drenaje de las lágrimas.

  • Graft-versus-host disease (GVHD): esta complicación inmunitaria tras un trasplante de médula ósea puede dañar los tejidos que producen lágrimas.

  • Uso prolongado de ciertos medicamentos: antidepresivos, tratamientos para el acné (como isotretinoína) y terapias hormonales pueden afectar la producción lagrimal más de lo esperado.

Reconocer estas causas menos comunes es crucial, especialmente en pacientes con síntomas persistentes que no responden a los tratamientos estándar.

¿Cuáles son los síntomas del síndrome de ojo seco?

Los síntomas pueden variar desde molestias leves hasta una irritación intensa que interfiere con las actividades diarias. A menudo se desarrollan gradualmente y pueden empeorar en determinados entornos o durante actividades específicas.

Los síntomas comunes incluyen:

  • Sensación de arenilla o cuerpo extraño: muchas personas describen la sensación de tener algo dentro del ojo.

  • Ardor o escozor: la superficie ocular se inflama cuando no está adecuadamente lubricada.

  • Enrojecimiento: la sequedad prolongada puede dilatar los vasos visibles del ojo.

  • Visión borrosa o fluctuante: la visión puede aclararse tras parpadear, especialmente al leer o usar pantallas.

  • Sensibilidad a la luz (fotofobia): la superficie seca se vuelve más sensible a la luz.

  • Lagrimeo excesivo: paradójicamente, los ojos muy secos pueden producir lágrimas reflejas que no cubren bien la superficie.

  • Fatiga ocular: la atención prolongada sin parpadeo suficiente (p. ej., durante el tiempo de pantalla) empeora los síntomas.

  • Incomodidad con lentes de contacto: la sequedad reduce la tolerancia a las lentes y aumenta la fricción.

Los síntomas suelen afectar a ambos ojos, aunque pueden ser peores en uno. También pueden fluctuar durante el día, empeorando a menudo por la noche o tras tareas que requieren enfoque visual sostenido. Los síntomas persistentes pueden indicar un síndrome de ojo seco y deben ser evaluados por un profesional de la visión.

¿Cómo se diagnostica el ojo seco?

El diagnóstico se realiza combinando los síntomas referidos por el paciente con pruebas clínicas que evalúan la calidad y cantidad de lágrimas y el estado de la superficie ocular. Un profesional de la visión revisará tu historial médico, examinará tus ojos y determinará si los síntomas se deben al síndrome de ojo seco u otra afección ocular.

Pasos clave en el diagnóstico del ojo seco:

  • Evaluación de síntomas: se te preguntará por la naturaleza, frecuencia y gravedad de las molestias. Cuestionarios estandarizados como el Ocular Surface Disease Index (OSDI) ayudan a cuantificar el impacto.

  • Evaluación de la película lagrimal:

    • Tiempo de ruptura de la película lagrimal (TBUT): se usa un tinte para observar cuánto tiempo permanece estable antes de romperse. Un tiempo corto sugiere inestabilidad.

    • Prueba de Schirmer: mide la producción lagrimal colocando una tira de papel bajo el párpado inferior durante varios minutos. Una baja humedad en la tira indica volumen lagrimal reducido.

    • Osmolaridad lagrimal: verifica la concentración de sales en tus lágrimas. Una osmolaridad alta refleja desequilibrio de la película lagrimal.

  • Tinción de la superficie ocular: colorantes como fluoresceína, verde lisamina o rosa de Bengala resaltan áreas de sequedad o daño.

  • Evaluación de las glándulas de Meibomio: el especialista puede examinar las glándulas palpebrales para detectar MGD, causa principal del ojo seco evaporativo.

  • Frecuencia de parpadeo y cierre palpebral: durante el examen puede observarse parpadeo incompleto o cierre deficiente de los párpados.

Un diagnóstico preciso es esencial para elegir el tratamiento adecuado, especialmente porque los síntomas no siempre se corresponden con la gravedad del daño en la superficie ocular. La detección temprana también ayuda a prevenir complicaciones a largo plazo.

¿Cuáles son los tratamientos para el ojo seco?

Los tratamientos buscan restablecer el equilibrio de la película lagrimal, aliviar los síntomas y prevenir daños a largo plazo en la superficie ocular. El enfoque correcto depende de la causa y la gravedad de la condición. La mayoría de los pacientes se benefician de un plan escalonado que combina varias terapias.

Tratamientos comunes para el ojo seco:

  • Lágrimas artificiales: colirios lubricantes de venta libre que complementan tus lágrimas naturales. Para uso frecuente, las formulaciones sin conservantes son más seguras a largo plazo.

  • Colirios con receta:

    • Ciclosporina (p. ej., Restasis®) y lifitegrast (p. ej., Xiidra®) reducen la inflamación y ayudan a aumentar la producción lagrimal.

    • Corticosteroides tópicos: pueden usarse a corto plazo para calmar una inflamación intensa.

  • Tapones lagrimales (punctal plugs): pequeños dispositivos insertados en los conductos de drenaje lagrimal para ralentizar la pérdida de lágrimas y mantener el ojo húmedo durante más tiempo.

  • Tratamiento de las glándulas de Meibomio: para el ojo seco evaporativo, terapias térmicas como LipiFlow®, expresión manual o luz pulsada intensa (IPL) ayudan a desobstruir las glándulas.

  • Colirios de suero autólogo: en casos graves, las gotas elaboradas con tu propia sangre pueden favorecer la cicatrización de la superficie ocular.

  • Medicamentos orales: antibióticos a baja dosis como la doxiciclina pueden ayudar si hay inflamación o MGD.

  • Higiene palpebral e inmersos calientes: la limpieza diaria de los párpados y las compresas tibias mejoran la función glandular y reducen la irritación.

  • Cambios ambientales y de estilo de vida: usar humidificadores, reducir el tiempo de pantalla, hidratarse y proteger los ojos del viento o del humo apoya el tratamiento.

No existe una solución única para todos. El manejo del ojo seco suele requerir cuidados continuos y ajustes con el tiempo. Un tratamiento temprano y personalizado reduce el riesgo de daño corneal y mejora la calidad de vida.

¿Y si para tratar el ojo seco se necesitan soluciones más invasivas?

Si tratamientos estándar como las lágrimas artificiales y los colirios con receta no controlan los síntomas, puede ser necesario recurrir a opciones más avanzadas o invasivas. Estos enfoques se utilizan en casos moderados a graves, especialmente cuando la superficie ocular está dañada o cuando los síntomas afectan de forma importante la vida diaria.

Tratamientos invasivos y avanzados para el ojo seco:

  • Oclusión puntal:
    Consiste en bloquear los puntos de drenaje lagrimal (puncta) para mantener la humedad en el ojo por más tiempo. Puede ser temporal con tapones reabsorbibles o permanente mediante cauterización.

  • Terapia con membrana amniótica:
    En casos graves puede colocarse una membrana amniótica (de tejido placentario donado) sobre el ojo para favorecer la curación. Ayuda a reparar la superficie corneal y reducir la inflamación.

  • Colirios de suero autólogo:
    Elaborados a partir de la sangre del paciente, contienen factores de crecimiento y nutrientes similares a las lágrimas naturales. Se usan cuando la superficie ocular está muy seca o dañada.

  • Tarsorrafia:
    Procedimiento quirúrgico que cierra parcialmente los párpados para reducir la evaporación. Se reserva para casos muy graves que no responden a otras opciones.

  • Lentes de contacto esclerales:
    Estas lentes grandes cubren la córnea y mantienen una capa de fluido sobre el ojo, proporcionando hidratación continua y protección. Se usan a menudo en ojo seco avanzado o enfermedad corneal.

  • Corrección quirúrgica de problemas palpebrales:
    Si la mala posición de los párpados (como ectropión o entropión) contribuye a la sequedad, puede ser necesaria una cirugía para restablecer la función y la distribución adecuada de las lágrimas.

Estos tratamientos suelen ser prescritos y supervisados por especialistas en superficie ocular. Para pacientes con síndrome severo o resistente, pueden ofrecer alivio significativo y prevenir complicaciones que amenacen la visión.

¿Cómo manejar y tratar el ojo seco a largo plazo?

El manejo a largo plazo se centra en mantener estable la película lagrimal, controlar la inflamación y prevenir las exacerbaciones. Dado que el síndrome suele ser crónico, el éxito depende de cuidados constantes más que de una intervención única.

Estrategias clave para el tratamiento y manejo a largo plazo:

  • Uso diario de lágrimas artificiales: aplica con regularidad colirios sin conservantes, no solo cuando aparezcan los síntomas. Ayudan a proteger la superficie ocular y a reducir la irritación.

  • Rutinas de higiene palpebral: limpia los bordes de los párpados con un limpiador suave o toallitas específicas. Usa compresas tibias para favorecer la función de las glándulas de Meibomio y reducir las obstrucciones.

  • Control del entorno:

    • Usa un humidificador en interiores, especialmente durante épocas de calefacción o aire acondicionado.

    • Evita corrientes de aire directas, como ventiladores o rejillas del coche.

    • Usa gafas envolventes o gafas de cámara de humedad en ambientes secos o ventosos.

  • Hábitos frente a las pantallas:

    • Regla 20-20-20: cada 20 minutos, mira a algo a 20 pies (6 metros) durante 20 segundos.

    • Parpadea de forma completa y frecuente durante el uso de dispositivos digitales.

  • Hidratación y alimentación: bebe suficiente agua e incluye alimentos ricos en omega 3 (pescado, linaza o nueces). Los suplementos pueden ayudar si la ingesta dietética es baja.

  • Manejo de condiciones asociadas: si tienes disfunción de Meibomio, alergias o enfermedades autoinmunes, tratarlas es fundamental para controlar el ojo seco.

  • Revisión de medicación: trabaja con tu médico para ajustar fármacos que puedan empeorar el ojo seco, como antihistamínicos, antidepresivos o antihipertensivos.

  • Seguimiento regular: las revisiones periódicas permiten monitorizar cambios, ajustar tratamientos y prevenir complicaciones.

Manejar la enfermedad del ojo seco a lo largo del tiempo implica desarrollar un plan de cuidados personalizado y proactivo. La constancia es clave: incluso síntomas leves pueden progresar sin atención continua. Más información sobre cómo cuidarte si tienes síndrome de ojo seco.

Preguntas frecuentes

¿El síndrome de ojo seco es crónico o curable?

Por lo general es una condición crónica, no totalmente curable. Sin embargo, puede manejarse eficazmente con tratamiento constante. Muchas personas controlan los síntomas con lágrimas artificiales, medicación y cambios en el estilo de vida. Un diagnóstico temprano y el cuidado regular ayudan a prevenir complicaciones y mejoran el confort y la salud ocular a largo plazo.

¿Qué puedes esperar si los síntomas persisten?

Si los síntomas de ojo seco persisten sin tratamiento, pueden causar molestias crónicas, visión borrosa e inflamación. En casos graves, la condición puede dañar la córnea, aumentando el riesgo de infecciones o cicatrices. Los síntomas prolongados también pueden afectar actividades diarias como leer, conducir o usar pantallas.

¿Cómo previene el tratamiento temprano las complicaciones?

El tratamiento temprano ayuda a estabilizar la película lagrimal, reducir la inflamación y proteger la superficie ocular. Esto previene complicaciones a largo plazo como daño corneal, problemas de visión o irritación crónica. Iniciar el tratamiento a tiempo mejora el control de los síntomas y reduce la necesidad de terapias más invasivas más adelante.

¿Pueden las lentes de contacto causar ojo seco?

Sí, las lentes de contacto pueden causar o empeorar el ojo seco. Pueden alterar la película lagrimal, reducir el oxígeno que llega a la córnea y aumentar la evaporación. Llevarlas muchas horas o usar lentes mal adaptadas aumenta el riesgo. Cambiar a desechables diarias o usar gotas humectantes puede ayudar a reducir los síntomas.

¿El ojo seco puede causar ceguera?

El ojo seco rara vez causa ceguera, pero los casos graves no tratados pueden producir complicaciones serias. La sequedad crónica puede dañar la córnea, aumentando el riesgo de úlceras, cicatrices o infecciones. Estos problemas pueden afectar la visión de forma permanente si no se tratan. El diagnóstico temprano y el manejo adecuado ayudan a prevenirlos y a proteger la salud ocular.

¿Los ojos secos causan dolor de cabeza?

Los ojos secos no causan directamente dolor de cabeza, pero pueden contribuir. La fatiga visual por visión borrosa, sensibilidad a la luz o uso prolongado de pantallas puede desencadenar cefaleas tensionales. Tratar la sequedad y reducir la fatiga visual puede disminuir el riesgo.

¿Cómo es el síndrome de ojo seco en el embarazo?

El síndrome de ojo seco es común durante el embarazo debido a cambios hormonales que afectan la producción y la calidad de las lágrimas. Los síntomas pueden incluir ardor, sequedad o visión borrosa. La mayoría de los casos son leves y temporales. Las lágrimas artificiales sin conservantes suelen ser seguras, pero conviene consultar con el médico antes de iniciar un tratamiento nuevo.

¿El ojo seco puede causar “floaters” (moscas volantes)?

El ojo seco no causa moscas volantes. Los “floaters” son pequeñas formas u sombras en la visión causadas por cambios en el gel vítreo dentro del ojo. El ojo seco afecta la superficie ocular, no las estructuras internas. Sin embargo, ambas condiciones pueden coexistir, especialmente con la edad. Más información sobre ojo seco y moscas volantes.

¿El ojo seco puede causar visión borrosa?

Sí, el ojo seco puede causar visión borrosa. Una película lagrimal inestable o insuficiente afecta cómo se enfoca la luz en la superficie del ojo, lo que produce visión fluctuante o borrosa. Parpadear con frecuencia o usar lágrimas artificiales suele ayudar a aclarar la visión. La borrosidad persistente puede indicar un ojo seco de moderado a grave. Más información sobre ojo seco y visión borrosa.

¿El ojo seco desaparece alguna vez?

Puede remitir si lo causan factores temporales como el exceso de pantallas, ambientes secos o ciertos medicamentos. En la mayoría de los casos, especialmente con la edad o condiciones crónicas, no desaparece por completo, pero puede manejarse eficazmente. Un tratamiento constante ayuda a controlar los síntomas y proteger la salud ocular a largo plazo.

¿El ojo seco causa enrojecimiento?

Sí, el ojo seco a menudo causa enrojecimiento. Cuando la superficie ocular carece de humedad adecuada, se irrita e inflama, y los vasos visibles se dilatan. El enrojecimiento puede empeorar con el uso de pantallas, el viento o la sequedad prolongada. Tratar la sequedad subyacente suele reducir el enrojecimiento y mejorar el confort general.

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