Experimenta los beneficios duraderos de la Queratectomía Fotorrefractiva para una visión clara y natural.
Visión clara sin gafas ni lentes de contacto: la cirugía ocular láser PRK ofrece una solución segura y duradera para quienes buscan liberarse de los errores refractivos, incluso si LASIK no es una opción.
La PRK (Queratectomía Fotorrefractiva) es un tipo de cirugía ocular láser. Corrige errores refractivos como la miopía (visión de cerca), la hipermetropía (visión de lejos) y el astigmatismo. La PRK fue el primer tipo de corrección de la visión con láser desarrollado. Surgió antes que LASIK y todavía se utiliza comúnmente hoy en día.
En la PRK, el cirujano extrae la delgada capa externa de la córnea, llamada epitelio. Luego, utiliza un láser excimer para remodelar el tejido corneal subyacente. Esto cambia la forma en que la luz entra en el ojo y se enfoca en la retina. Después del tratamiento con láser, el epitelio vuelve a crecer naturalmente en unos pocos días.
La PRK no implica la creación de un colgajo corneal, lo que la convierte en una buena opción para pacientes con córneas delgadas o ciertas afecciones oculares.
La principal diferencia entre PRK y LASIK es cómo el cirujano accede a la córnea.
En la PRK, la capa externa de la córnea (epitelio) se retira suavemente. Luego, el láser remodela la superficie subyacente. El epitelio vuelve a crecer naturalmente en unos pocos días.
En LASIK, el cirujano crea un delgado colgajo en la córnea utilizando una cuchilla o un láser. Levanta este colgajo, aplica el láser para remodelar la córnea y luego reposiciona el colgajo.
Debido a que la PRK no implica la creación de un colgajo, a menudo se recomienda para pacientes con córneas delgadas, ojos secos o estilos de vida activos donde las lesiones oculares son más probables. Sin embargo, la PRK tiene un tiempo de recuperación más largo. También puede implicar más molestias en los primeros días después de la cirugía láser.
Ambos procedimientos tienen como objetivo mejorar la visión y reducir la necesidad de gafas o lentes de contacto. Los resultados visuales a largo plazo de PRK y LASIK son similares.
El procedimiento PRK es una opción adecuada para muchos pacientes, especialmente aquellos que pueden no ser candidatos ideales para LASIK. A menudo se recomienda en las siguientes situaciones:
Personas con córneas delgadas: la PRK no requiere la creación de un colgajo, por lo que preserva más tejido corneal.
Pacientes con síndrome de ojo seco: la PRK puede causar menos síntomas de ojo seco a largo plazo que LASIK.
Pacientes con estilos de vida activos: los atletas o las personas en profesiones de alto riesgo pueden beneficiarse de la PRK, ya que no hay un colgajo que pueda desprenderse por un traumatismo.
Aquellos con irregularidades en la superficie corneal: la PRK puede ayudar a alisar la superficie de la córnea.
Antes de recomendar la PRK, un cirujano ocular realizará un examen ocular completo. Esto incluye medir el grosor de la córnea, verificar la estabilidad de la visión y revisar el historial de salud ocular. La PRK puede no ser adecuada para pacientes con enfermedades autoinmunes, ciertas afecciones oculares o visión inestable.
La PRK ofrece varios beneficios importantes, especialmente para los pacientes que no son buenos candidatos para LASIK. Los resultados son estables y duraderos. La visión mejora significativamente una vez que los ojos sanan.
Estos son los principales beneficios de la PRK:
Sin colgajo corneal: esto reduce el riesgo de complicaciones relacionadas con el colgajo. También hace que la PRK sea más segura para pacientes con córneas delgadas.
Adecuada para más pacientes: las personas con irregularidades corneales leves u ojos secos pueden obtener mejores resultados con PRK que con LASIK.
Corrección permanente de la visión: una vez que se completa la curación, los resultados son duraderos. Muchos pacientes ya no necesitan gafas ni lentes de contacto.
Menor riesgo de ojo seco a largo plazo: la PRK puede perturbar menos nervios corneales, lo que puede ayudar a mantener una mejor producción natural de lágrimas.
Historial probado: la PRK se ha utilizado durante más de 30 años con resultados consistentes y predecibles.
El proceso de curación es más largo que con LASIK, pero los resultados visuales son comparables. La mayoría de los pacientes logran una visión de 20/20 o mejor después de la recuperación.
La PRK es un procedimiento ambulatorio rápido y sencillo. Generalmente toma alrededor de 15 minutos para ambos ojos.
No implica cortes ni colgajos. El ojo comienza a sanar justo después de la cirugía refractiva. La lente de contacto se retira después de unos días, una vez que la superficie ha sanado.
Aquí hay una guía clara y médicamente precisa paso a paso del procedimiento PRK:
Preparación preoperatoria:
El paciente se acuesta cómodamente. El cirujano aplica gotas oftálmicas anestésicas para prevenir el dolor. Un espéculo palpebral mantiene el ojo abierto.
Extracción del epitelio:
El cirujano extrae suavemente la delgada capa externa de la córnea. Esto se puede hacer con un cepillo suave, una solución de alcohol o un instrumento quirúrgico romo.
Remodelación con láser:
Se utiliza un láser excimer para remodelar el tejido corneal subyacente. El láser elimina capas microscópicas para corregir el error refractivo. El láser es guiado por computadora y controlado con precisión.
Aplicación de medicación:
Se puede aplicar Mitomicina-C (MMC) durante unos segundos para reducir el riesgo de opacidad corneal (haze), especialmente en correcciones más altas.
Colocación de una lente de contacto de vendaje:
Se coloca una lente de contacto blanda y transparente sobre la córnea. Actúa como un vendaje para proteger el ojo y apoyar la curación.
Cuidados postoperatorios:
El paciente descansa por un corto tiempo. Luego, recibe instrucciones y medicamentos como gotas oftálmicas antibióticas y antiinflamatorias. La lente de contacto de vendaje permanece en su lugar durante 4 a 7 días y se retira una vez que el epitelio ha sanado.
Todo el proceso es indoloro gracias a las gotas anestésicas. Pueden ocurrir algunas molestias después del procedimiento durante la fase de curación.
Durante la PRK, la córnea se remodela utilizando un láser excimer. Este láser elimina capas muy delgadas de tejido de la superficie de la córnea. No corta ni quema. En cambio, utiliza luz ultravioleta fría para remodelar la córnea con alta precisión.
La remodelación depende del tipo de problema de visión:
Para la miopía (visión de cerca): el láser aplana la parte central de la córnea para reducir su poder de enfoque.
Para la hipermetropía (visión de lejos): el láser aumenta la curvatura de la córnea central para mejorar el enfoque.
Para el astigmatismo: el láser alisa una córnea irregular para darle una forma más regular.
El objetivo es ajustar la forma en que la luz entra en el ojo para que se enfoque directamente en la retina. Esto mejora la visión y reduce la necesidad de gafas o lentes de contacto. La remodelación se personaliza para cada paciente, basándose en mediciones oculares detalladas tomadas antes del procedimiento.
La recuperación de la PRK toma más tiempo que la de LASIK, pero la mayoría de los pacientes sanan bien y logran una visión clara.
Esto es lo que puede esperar durante la recuperación:
Primeros días:
El ojo puede sentirse dolorido o irritado. La sensibilidad a la luz, el lagrimeo y la visión borrosa son comunes. La lente de contacto de vendaje permanece en su lugar para proteger la superficie en curación.
Día 4 a 7:
El epitelio generalmente sana dentro de este tiempo. El médico retira la lente de contacto una vez que se confirma la curación.
Primeras semanas:
La visión mejora gradualmente. Algunas fluctuaciones en la claridad son normales. La mayoría de los pacientes regresan al trabajo en una semana.
1 a 3 meses:
La visión continúa agudizándose y estabilizándose. Los resultados finales pueden tardar unos meses, especialmente en correcciones más altas.
Durante la recuperación, los pacientes usan gotas oftálmicas antibióticas y antiinflamatorias. Estas previenen infecciones y reducen la inflamación. Las lágrimas artificiales ayudan a aliviar la sequedad. Es importante evitar frotarse los ojos y seguir cuidadosamente todas las instrucciones postoperatorias.
El ojo seco es un síntoma común después de la cirugía PRK. Generalmente mejora a medida que los ojos sanan. El cuidado adecuado durante la recuperación ayuda a reducir las molestias y proteger la superficie del ojo.
A continuación, se explica cómo manejar el ojo seco después de la PRK:
Usar lágrimas artificiales:
Las gotas lubricantes sin conservantes mantienen los ojos húmedos. Úselas con frecuencia, incluso si los síntomas son leves.
Seguir las instrucciones de medicación:
Las gotas antiinflamatorias recetadas después de la cirugía refractiva ayudan a controlar la irritación y apoyar la curación.
Evitar el uso excesivo de pantallas:
Los largos períodos de tiempo frente a la pantalla pueden reducir el parpadeo. Esto empeora la sequedad. Tome descansos regulares y parpadee con más frecuencia.
Mantenerse hidratado:
Beber suficiente agua ayuda a mantener los ojos húmedos desde adentro.
Usar un humidificador:
El aire seco, especialmente en habitaciones con aire acondicionado, puede empeorar los síntomas. Un humidificador agrega humedad al aire.
Evitar el humo y el viento:
Proteja sus ojos de ambientes hostiles. Use gafas de sol cuando esté al aire libre para reducir la exposición.
La mayoría de los pacientes notan una mejora en los síntomas de ojo seco en unas semanas. Si la sequedad continúa, el oftalmólogo puede sugerir otros tratamientos como geles oculares, tapones lagrimales o gotas especiales recetadas.
La mayoría de los pacientes pueden regresar a sus actividades diarias normales dentro de los 5 a 7 días posteriores a la PRK. Sin embargo:
Trabajo y tareas ligeras: generalmente después de 1 semana.
Conducir: cuando la visión sea lo suficientemente clara, a menudo dentro de 1 a 2 semanas.
Ejercicio: actividad ligera después de 1 semana, evitar deportes de contacto durante 1 mes.
Nadar y maquillarse los ojos: evitar durante al menos 2 semanas.
Siga siempre los consejos de su cirujano, ya que los tiempos de curación pueden variar.
El costo de la cirugía ocular PRK (Queratectomía Fotorrefractiva) varía significativamente entre países, influenciado por factores como la infraestructura sanitaria, la experiencia del cirujano y los avances tecnológicos.
Estados Unidos: Aproximadamente de $2,500 a $5,000 por ambos ojos.
Reino Unido: Alrededor de £1,500 a £2,000 por ojo.
Europa Occidental: Entre €1,500 y €3,000 por ojo.
Turquía: Aproximadamente de $1,100 a $1,500 por ambos ojos.
Turquía se ha convertido en un destino líder para la cirugía PRK, ofreciendo una combinación de asequibilidad y atención médica de alta calidad. Varios factores contribuyen a esto:
Sistema de Salud Rentable: los costos operativos más bajos y las tasas de cambio favorables hacen que los tratamientos sean más asequibles para los pacientes internacionales.
Instalaciones Médicas Avanzadas: las clínicas están equipadas con tecnología de vanguardia y cumplen con los estándares internacionales.
Cirujanos Experimentados: muchos oftalmólogos en Turquía tienen una amplia experiencia y formación en instituciones de renombre.
Paquetes Integrales: los paquetes todo incluido a menudo cubren la cirugía, el alojamiento, los traslados y la atención postoperatoria, brindando comodidad y transparencia.
Elegir Turquía para la cirugía PRK permite a los pacientes recibir un tratamiento de clase mundial a una fracción del costo en comparación con muchos países occidentales, sin comprometer la calidad o la seguridad.
PRK y LASIK tienen precios similares, pero existen pequeñas diferencias según la ubicación y la tecnología utilizada.
En general:
La PRK puede ser ligeramente menos costosa que LASIK. Esto se debe a que no requiere la creación de un colgajo corneal, lo que puede implicar equipo adicional.
Los costos de LASIK pueden ser más altos debido al uso de láseres de femtosegundo para la creación de colgajos o tecnología guiada por frente de onda.
Sin embargo, la diferencia de costo suele ser modesta. En la mayoría de las clínicas, ambos procedimientos se encuentran dentro del mismo rango de precios.
En Turquía, tanto PRK como LASIK se ofrecen a costos significativamente más bajos en comparación con los EE. UU., el Reino Unido y Europa Occidental. A pesar de la asequibilidad, las clínicas en Turquía ofrecen altos estándares médicos y cirujanos oculares experimentados. Este equilibrio de costo y calidad hace de Turquía un destino preferido para muchos pacientes internacionales.
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