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La cirugía de descompresión nerviosa alivia la presión sobre los nervios dañados, reduce el dolor, restaura la función y previene daños a largo plazo en las extremidades superiores o inferiores.

Cirugía de descompresión nerviosa para extremidades superiores e inferiores

La cirugía de descompresión nerviosa es un procedimiento que libera la presión sobre un nervio comprimido para restaurar la función, reducir el dolor y prevenir más daños.

La compresión nerviosa es una causa frecuente de dolor crónico y debilidad en las extremidades superiores e inferiores. Trastornos como el síndrome del túnel carpiano afectan a millones de personas en todo el mundo y, sin tratamiento, la compresión puede causar daño nervioso permanente.

Patient undergoing nerve decompression surgery assessment for upper extremity nerve pain and mobility.

¿Qué es la descompresión nerviosa?

La descompresión nerviosa es un procedimiento quirúrgico que elimina la presión sobre un nervio. Esta presión, llamada compresión nerviosa, puede deberse a tejidos inflamados, espacios anatómicos estrechos, tejido cicatricial o anomalías estructurales.

El objetivo de la descompresión es recuperar la función normal del nervio, reducir el dolor y prevenir más daño. Durante el procedimiento, el cirujano elimina o libera las estructuras que presionan el nervio — como ligamentos, hueso o tejido fibroso.

La descompresión puede realizarse en las extremidades superiores (p. ej., liberación del túnel carpiano por compresión del nervio mediano) y en las extremidades inferiores (p. ej., descompresión del nervio peroneo). A menudo se indica cuando medidas conservadoras como reposo, férulas, fisioterapia o analgésicos no alivian los síntomas.

¿Cómo alivia la descompresión la compresión nerviosa?

La descompresión nerviosa alivia la compresión eliminando o liberando las estructuras que presionan el nervio. Esto aumenta el espacio disponible alrededor del nervio, mejora el flujo sanguíneo y reduce la inflamación.

Cuando se libera la presión, las señales eléctricas del nervio pueden viajar con normalidad de nuevo, recuperándose la sensibilidad y la función muscular. La descompresión también previene un mayor daño del nervio y limita el riesgo de dolor crónico o debilidad permanente.

En muchos casos, la descompresión también disminuye la inflamación de los tejidos circundantes, creando un entorno más favorable para la curación del nervio. Este enfoque dirigido aborda la causa subyacente del dolor nervioso en lugar de limitarse a controlar los síntomas.

¿Cuándo es necesaria la cirugía de descompresión nerviosa?

La cirugía es necesaria cuando la compresión nerviosa provoca síntomas persistentes que no mejoran con tratamientos conservadores. Esto incluye reposo, férulas, fisioterapia, inyecciones o analgésicos.

Indicaciones frecuentes:

  • Dolor nervioso intenso o progresivo que limita las actividades diarias.
  • Debilidad progresiva o pérdida de función muscular en la zona afectada.
  • Entumecimiento u hormigueo persistente o en expansión.
  • Evidencia de daño nervioso en estudios de conducción nerviosa o en estudios de imagen.
  • Dolor crónico por afecciones como neuropatía, síndrome del túnel carpiano o síndrome del túnel cubital.

A menudo se recomienda operar de forma temprana si hay signos de daño nervioso significativo, ya que las demoras pueden reducir la probabilidad de recuperación completa.

¿Qué extremidades se tratan con procedimientos de descompresión?

Los procedimientos de descompresión nerviosa pueden tratar tanto las extremidades superiores como las inferiores, según el lugar donde se produzca la compresión.

Extremidades superiores

Extremidades inferiores

  • Síndrome del túnel tarsiano – nervio tibial en el tobillo.
  • Atrapamiento del nervio peroneo común – nervio cercano a la rodilla.
  • Compresión del nervio femoral – ingle o tercio proximal del muslo.

Otros atrapamientos que afectan cadera, pierna o pie.

Estas cirugías buscan recuperar sensibilidad, fuerza y movilidad al aliviar la presión en la extremidad afectada.

¿Cómo se realiza la descompresión quirúrgica en los sitios habituales de atrapamiento?

La descompresión quirúrgica se adapta al sitio específico de atrapamiento, pero sigue el mismo principio: eliminar o liberar las estructuras que comprimen el nervio.

Para extremidades superiores:

  • Liberación del túnel carpiano – sección del ligamento transverso del carpo para liberar el nervio mediano.
  • Liberación del túnel cubital – descompresión del nervio cubital en el codo, a veces con su transposición.
  • Descompresión del túnel radial – liberación de bandas fibrosas alrededor del nervio radial en el antebrazo.

Para extremidades inferiores:

  • Liberación del túnel tarsiano – sección del retináculo flexor para aliviar la presión sobre el nervio tibial en el tobillo.
  • Descompresión del nervio peroneo común – liberación del nervio cerca de la cabeza del peroné a nivel de la rodilla.
  • Descompresión del nervio femoral – liberación de tejidos blandos o tejido cicatricial cerca del ligamento inguinal.

Según la localización, la gravedad de la compresión y el estado general del paciente, se emplean técnicas abiertas o mínimamente invasivas.

¿Cuáles son los pasos de un procedimiento de descompresión?

Un procedimiento de descompresión sigue un enfoque estructurado: eliminar la presión sobre el nervio afectado protegiendo los tejidos circundantes.

Pasos típicos:

  1. Administración de anestesia: local, regional o general, según el sitio y la complejidad.
  2. Incisión: sobre el área de compresión para permitir el acceso quirúrgico.
  3. Exposición del nervio: separación cuidadosa de músculos, ligamentos o tejido conectivo para localizar el nervio.
  4. Liberación de la presión: sección o retirada de la estructura que causa la compresión, como un ligamento, banda fibrosa o espolón óseo.
  5. Inspección del nervio: comprobación de que está libre de constricciones y con flujo sanguíneo adecuado.
  6. Cierre: sutura de la incisión y aplicación de un apósito estéril.

La secuencia exacta puede variar según el tipo de descompresión y el sitio de atrapamiento.

¿Qué síntomas de atrapamiento o lesión nerviosa llevan a la cirugía?

Los síntomas que pueden conducir a la cirugía incluyen molestias persistentes o en empeoramiento que afectan la función diaria.

Signos frecuentes:

  • Entumecimiento u hormigueo: a menudo en la mano, el pie o a lo largo del trayecto del nervio.
  • Dolor nervioso urente o punzante: puede empeorar con el movimiento o por la noche.
  • Debilidad muscular: dificultad para agarrar, levantar o caminar.
  • Pérdida de coordinación: sobre todo en tareas de motricidad fina en miembros superiores o en el equilibrio en miembros inferiores.
  • Pérdida sensitiva: menor capacidad para percibir temperatura, vibración o tacto.

Cuando estos síntomas son graves, progresivos o confirmados por pruebas diagnósticas como causa de daño nervioso, puede recomendarse la descompresión para prevenir déficits permanentes.

¿Cuánto dura la recuperación tras una descompresión?

El tiempo de recuperación varía según el tipo de cirugía, la localización de la compresión y el estado general del paciente.

Plazos típicos:

  • Curación inicial: 1 a 2 semanas para la cicatrización de la incisión.
  • Mejoría funcional: 4 a 6 semanas para que muchos pacientes noten menos dolor y más fuerza.
  • Recuperación completa: 3 a 6 meses para la curación nerviosa; en casos con daño significativo, hasta un año.

La recuperación puede incluir fisioterapia, retorno gradual a la actividad y uso temporal de analgésicos. El movimiento temprano, cuando lo indique el cirujano, ayuda a prevenir la rigidez y favorece el flujo sanguíneo para la curación del nervio.

¿Qué riesgos y complicaciones se pueden esperar?

Las complicaciones son poco frecuentes, pero posibles, y varían según el procedimiento y la salud del paciente.

Riesgos potenciales:

  • Infección: en la incisión o, raramente, en tejidos profundos.
  • Sangrado o hematoma: acumulación de sangre cerca del área quirúrgica.
  • Lesión nerviosa: daño durante la cirugía que empeore los síntomas o cause nuevos déficits.
  • Formación de tejido cicatricial: que puede originar nueva compresión.
  • Dolor o entumecimiento persistente: especialmente si la compresión fue prolongada antes de la cirugía.
  • Reacciones alérgicas o complicaciones anestésicas: raras pero posibles en cualquier intervención.

Una evaluación preoperatoria exhaustiva ayuda a reducir estos riesgos, y el cumplimiento de las indicaciones posoperatorias favorece una curación segura.

¿Qué alternativas existen a la descompresión quirúrgica?

Las alternativas no quirúrgicas buscan aliviar la compresión sin operación, especialmente cuando los síntomas son leves o recientes.

Opciones habituales:

  • Modificación de la actividad: evitar movimientos o posturas que empeoren los síntomas.
  • Férulas u ortesis: mantener la articulación en posición neutra para reducir la presión sobre el nervio.
  • Fisioterapia: ejercicios para mejorar flexibilidad, fuerza y postura.
  • Antiinflamatorios o analgésicos: para controlar el dolor y la inflamación.
  • Inyecciones de esteroides: para disminuir la inflamación alrededor del nervio.
  • Cambios en el estilo de vida: control del peso, ergonomía y tratamiento de enfermedades subyacentes como la diabetes.

Si estas medidas no controlan los síntomas o progresa el daño nervioso, la cirugía de descompresión puede convertirse en el tratamiento recomendado.

¿Qué papel tienen los analgésicos antes y después de la cirugía?

Los analgésicos cumplen un papel de apoyo antes y después de la cirugía de descompresión, al controlar el dolor y mejorar la función.

Antes de la cirugía:

  • AINE: reducen la inflamación y alivian el dolor neuropático.
  • Fármacos para dolor neuropático: como gabapentina o pregabalina, que actúan sobre las señales de dolor de origen nervioso.
  • Analgésicos de corta duración: pueden ayudar a mantener la movilidad y la calidad de vida mientras se espera la cirugía.

Después de la cirugía:

  • AINE o paracetamol: para el dolor y la inflamación posoperatorios.
  • Analgésicos con receta: a veces, brevemente, para dolor más intenso en la fase inicial.
  • Agentes para dolor neuropático: se continúan en algunos pacientes hasta que la curación nerviosa reduzca las señales de dolor.

El objetivo es minimizar el dolor evitando la dependencia a largo plazo, especialmente de opioides, y facilitar la participación en fisioterapia durante la recuperación.

¿Qué nuevas técnicas quirúrgicas mejoran los resultados?

Las nuevas técnicas buscan que la descompresión sea más segura, menos invasiva y más eficaz, con recuperación más rápida y menor riesgo de complicaciones.

Avances destacados:

  • Descompresión endoscópica: usa una cámara e instrumentos a través de incisiones mínimas, reduce el trauma tisular y acelera la curación.
  • Liberación guiada por ecografía: permite dirigir con precisión el sitio de compresión sin incisiones amplias.
  • Técnicas microquirúrgicas: ópticas de gran aumento para manipulación delicada del nervio y mínimo daño colateral.
  • Separadores mínimamente invasivos: protegen los tejidos vecinos ofreciendo acceso adecuado.
  • Coadyuvantes biológicos: como envolturas nerviosas o membranas antiadherentes para reducir la formación de adherencias tras la cirugía.

Estas innovaciones son especialmente valiosas en casos complejos, compresiones recurrentes o pacientes con múltiples sitios de atrapamiento.

¿Cuál es el resultado esperado y el pronóstico a largo plazo?

El resultado esperado depende de la gravedad y duración de la compresión, así como del estado general del paciente.

Resultados típicos:

  • Alivio del dolor: a menudo perceptible en semanas, sobre todo si el daño nervioso era limitado.
  • Mejoría de sensibilidad y fuerza: a medida que la función nerviosa se recupera gradualmente durante varios meses.
  • Prevención de más daño nervioso: al eliminar la causa de la compresión.

Pronóstico a largo plazo:

  • Muchos pacientes recuperan una función normal o casi normal, especialmente cuando la cirugía se realiza de forma temprana.
  • La recuperación puede ser más lenta y menos completa en casos de neuropatía crónica o daño nervioso preoperatorio severo.
  • La recurrencia de la compresión es posible, especialmente si se forma tejido cicatricial o persisten los factores de riesgo subyacentes.

Seguir la rehabilitación posoperatoria y abordar factores de estilo de vida u ocupacionales ayuda a mantener los resultados y prevenir nuevos atrapamientos.

Preguntas frecuentes

¿Qué tan grave es la cirugía de descompresión nerviosa?

En general es segura, pero sigue siendo un procedimiento importante. Conlleva riesgos como infección, sangrado y posible lesión nerviosa. La mayoría de los pacientes se recupera bien, especialmente si se opera pronto. La gravedad depende del lugar del nervio, el grado de compresión y la salud general del paciente.

¿Cuál es la tasa de éxito de la descompresión nerviosa?

Muchas cirugías de descompresión muestran tasas altas de éxito. La descompresión del túnel carpiano logra alivio en 75–90%. La descompresión espinal (p. ej., por hernias discales) aporta mejoras del 71–89%. Procedimientos más complejos como la descompresión microvascular reportan 62–89% de libertad de dolor durante varios años.

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Assoc. Prof. Ahmet Hamdi Sakarya Instagram Facebook LinkedIn

El Prof. Asoc. Ahmet Hamdi Sakarya, un destacado cirujano plástico, reconstructivo y estético en Care in Turkey, se especializa en soluciones estéticas innovadoras.

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